estáis que seguro en cuanto salio la foto, os partisteis la caja de risa, o me equivoco mucho???
No hago más que darle al botón de recargar pero no aparece la crónica por ningún lado... 😛
La buena noticia es que todos estáis de vuelta sin problemas.
como dice mi vecino YBERO lo bueno es q estais de vuelta.........y esperando ese pedazo de cronica de como os fue estamos.........
por cierto YBERO, estuve con uno de los hermanos daltons jejejeje...... abrazo para los colegas
En casa
Me voy a dormir
Me alegro que estis en casa. Luis.
Quien coja un mapa y vea el recorrido de la Transpirenaica verá que, en kilómetros, la distancia recorrida no es precisamente abismal (mil y poco), pero la cuestión es cómo se recorren esos kilómetros… En nuestro caso, y como no podía ser de otra manera, buscando siempre las cotas más altas, independientemente del estado de la carretera. De esta manera, las etapas de 200 kilómetros se convertían en maratones que nos ocupaban buena parte del día.
Por otra parte, la Transpi´08 nos enseñó que hacerse etapas de trescientos y pico kilómetros diarios para atravesar los Pirineos en tres desayunos, equivalían a un tute casi insoportable para las posaderas, el coco y la moto. Así que decidimos ampliar la travesía a cinco dias, marcando etapas de cómo máximo 200 kilómetros, lo que se ha traducido en un inmenso paso adelante en calidad de vida, pudiendo deleitarnos tranquilamente con los paisajes, y haciendo paradas relajadas como Dios manda.
Supongo que este ritmo tranquilo ha contribuido a que el ambiente del grupo haya sido fenomenal, en pocos viajes me he reído y divertido tanto, hasta el punto de que, al despedirnos el último dia, pensé con convencimiento que podría dar la vuelta al mundo con esta gente… Esto parece una tontería, pero cuando haces un viaje serio con la moto, es importante que haya confianza y buen ambiente, porque como ya sabemos todos, una compañía equivocada puede enviar al traste un viaje de ensueño.
GUEST STARRING:
[u:25fc658ec9 Joan, estrenando Yamaha Superteneré.[/u:25fc658ec9 Compinche en varios viajes épicos, es una garantía de que la cosa va a ir bien.
[u:25fc658ec9 Javier, Kawasaki ER6-F.[/u:25fc658ec9 Un valiente que un día decidió cambiar las eternas rectas manchegas por las curvas sin fin de los Pirineos. Un auténtico “one man show”, con un humor que no es forzado, forma parte de su carácter. El compañero de cervezas ideal.
[u:25fc658ec9 Ricardo, Suzuki V-Strom.[/u:25fc658ec9 Otro viejo conocido de grandes viajes. El único capaz de meter en su equipaje chupa de invierno, de verano, cuatro pares de zapatos, doscientas camisas, veinticinco jerseis polares, dos móviles con saldo, la jaula con el loro e incluso a un tío que hace parapente… ¿Quién dijo que un motero sólo podía llevarse lo imprescindible?
[u:25fc658ec9 Félix, Kawasaki Versys.[/u:25fc658ec9 Experto en zurcidos textiles con cinta americana. Va de rudo con sus pantalones de cuero, pero en el fondo es cariñoso como un osito de peluche.
[u:25fc658ec9 Tomás, Kawasaki ER6-F.[/u:25fc658ec9 Es informático, o sea que ha tenido que reivindicar que no es un friki antisocial. Lo ha conseguido a medias. Si lo veis, felicitadle que es su cumpleaños.
[u:25fc658ec9 Manel & Isabel, Honda Varadero.[/u:25fc658ec9 El primer mencionado es el que os escribe, así que no me toca hablar de mí (Creo que, si no voy dejando la medicación, soy un tipo aceptable); y de mi artillera Isabel… ¿Qué queréis que os diga? Es su primer gran viaje, y no sólo lo ha disfrutado a tope y sin perder su sonrisa, sino que incluso ya me está achuchando para seguir descubriendo motomundos… Nunca un saco de pienso para gatos había repartido un regalo tan grande como ella.
ALSO STARRING:
[u:25fc658ec9 David & Nuri, Suzuki V-Strom 1000.[/u:25fc658ec9 Otros dos fijos de nuestra hermandad viajera. Rabiando por no poder embarcarse en la Transpi desde el principio, cumplieron la promesa de hacer como mínimo una etapa… Menos da una piedra.
DÍA 1 – SE REÚNE LA BANDA
Hoy ha sido una etapa de mero trámite: los siete expedicionarios, venidos de varios puntos del país, debíamos converger en Irún. Isabel y yo salimos de Manresa, en Cervera se nos unió Joan. En Belchite, y llegando de manera simultánea, se nos unió Ricardo, venido de Valencia. Aprovechamos para hacer una visita a las ruinas del pueblo, y de esta manera hacer un paréntesis y prepararnos para la monótona ruta por autopista que nos esperaba.
En Tafalla nos hemos encontrado con Javier, que desde Puertollano ya lleva acumulados un buen puñado de kilómetros… y aún ni hemos empezado la travesía.
Finalmente, llegamos a Irún. El hotel de concentración es aceptable, aunque está rodeado de vías rápidas; en pocos momentos, irrumpen en el aparcamiento Félix y Tomás, los dos últimos expedicionarios, que han decidido venirse de Madrid a Irún dando un “pequeño” rodeo por toda la cornisa cantábrica... ¡eso es vicio por la moto!
Detecto un problema en el embrague de la Varadero –se mantiene acoplado pese a tener la maneta apretada-, y tras una asistencia on line con mi mecánico de cabecera (Dani, de Motostock Manresa), no logro resolver el problema. Decido que mañana intentaré arreglar el problema en algún taller local, e intento no pensar mucho en el tema.
Hemos dedicado el resto de la tarde a hacer un poco de turismo. Irún no nos ha gustado: demasiado jaleo, demasiado tráfico… Nos hemos desplazado a Hondarribia y la cosa ha mejorado bastante; su parte antigua bien merece un paseo. Ricardo ha cumplido el ritual de coger agua del Cantábrico, para trasladarla al Mediterráneo de aquí a unos dias.
En Hondarribia nos ha caído la noche, y el tiempo se ha revuelto bastante. Hemos vuelto al hotel bailando bajo la lluvia, parece ser que la Transpirenaica empezará declarándose en mojado…
Ya espero ansioso la continuación de esta nueva crónica por entregas.
Por el momento, la primera parte no me ha defraudado 😀 .
Eso sí, tengo que confesar que me ha encantado el piropo dedicado a Isabel:
"Nunca un saco de pienso para gatos había repartido un regalo tan grande como ella. "
Si eso no es amor...
Un abrazo!
solo dos palabras:
IM- PRESIONANTE.................
La verdad q se espera con ansiedad el resto del relato y estoy con noisestorm, esta 1ª parte no defrauda...........
saludos.
"jht10" por cierto YBERO, estuve con uno de los hermanos daltons jejejeje...... abrazo para los colegas
Jejejeje. Menudo peligro los Dalton...Yo pasé hace unos días por la tienda y me llevé unas mochilillas de pierna y sobre depósito muy chulas. Pensé en llamarte y encontrarnos en Murcia pero salí precipitadamente y no me daba tiempo a avisarte. Otro día será. 😀
...Y a los ruteros transpirenaicos ya no os arrejunto por pura envidia so cab..... 👿 ...bueno menos a Isa que a ella si que le ajunto. 😀
Chavales, creo que estais poniéndole el listón muy alto al pintamonas que está escribiendo esto, pero en todo caso, y por supuesto, muchas gracias por los cumplidos! 😉 Ahí va la segunda entrega...
TRANSPI´11, DIA 2-LOS HOMBRES DE LAS CAVERNAS
Anoche nos fuímos a dormir lloviendo, y esta mañana ha amanecido diluviando. Maldita sea. Nos lo tomamos deportivamente, y pensamos que tal vez es mejor así que no estar fundiéndonos de calor con la armadura gore-tex puesta…
Yo sigo preocupado con lo del embrague, así que a primera hora de la mañana ya estoy peregrinando por Irún, a la búsqueda de un taller. Mis ángeles de la guarda se llaman Ciclos Arretxe ( http://www.ciclosarretxe.com/index2.html), que sin querer cobrarme nada le hacen un chequeo al maltrecho embrague. Le hacen un pequeño apaño a la tensión del cable, y me aconsejan que no tiente al destino y ponga rumbo a casa cuanto antes; yo les pregunto si el embrague me perdonará que vuelva a casa atravesando los Pirineos, y me ponen cara de póker “uff, tú mismo”. Al carajo, pienso yo, me encomiendo a la mítica fiabilidad Honda, y decido seguir adelante, caiga quien caiga…
Vuelvo al hotel, donde el resto de expedicionarios hacen cábalas sobre el tiempo: la lluvia viene y va a intermitencias, y no sabemos si ponernos impermeable o no. Al final unos sí y otros no…
Dejamos atrás Irún, y hacemos la primera incursión en territorio francés. Pasamos sin parar por delante del tren que nos debería haber subido al pico Larún: las nubes bajas nos habrían impedido disfrutar del paisaje. Como quien no quiere la cosa empezamos a negociar con las primeras ondulaciones pirenaicas. Entramos de nuevo en Navarra por Dantxarinea, y hacemos una parada en las cuevas de Zugarramurdi, lugar con gran tradición en brujería. Nuestra llegada ha sido providencial, ya que en el pequeño porche de la taquilla empieza un nuevo diluvio; la taquillera es una joven políticamente comprometida, vivaracha, extrovertida y sin pelos en la lengua, que tras un hilarante cruce de simpatías y desdeños, nos vendió los tickets para visitar las cuevas.
Tras una breve incursión por el Baztán, otra vez a Francia por el puerto de Izpegui, que aunque sólo se alza a 672 metros, nos brinda unas vistas muy contundentes de los Pirineos Occidentales. En la carretera, unas obras para arreglar un desprendimiento nos hacen sacar la parte más endurera de nuestras motos: con barro y agua, los traileros avanzábamos gritando “Yi-haaa”, mientras los nakeados rezongaban palabrotas dentro del casco…
Hacemos un alto en Saint-Jean-Pied-de-Port, el Roncesvalles francés, y por lo tanto foco turístico de la zona, y más carretera. Empezamos a hacer esláloms con vacas, caballos y cabras: sin duda, éste ha sido el viaje en el que más animales hemos visto pululando por el asfalto.
Antes de volver a entrar en Navarra, dos puertos más (el de Haltza 782 m, y el de Erroymendi 1362 m), con unas pendientes que en algunos casos eran del 13%, paellas de 180 grados y suelo mojado: una subida trabajosa. Además, las carreteras de montaña francesas son de bastante peor calidad que las nuestras.
Nuevamente en Navarra, podemos alegrar el ritmo en una carretera algo más ancha y bien asfaltada.
Llegamos al final de etapa: Isaba, un pueblo de recia arquitectura rural. Estamos en pleno valle del Roncal, tal vez lo más parecido a Suiza que tenemos en nuestro país.
Una vez instalados en el hotel, cenamos y salimos a la calle, donde Chiqui nos muestra su arte escanciando sidra, y nos brindamos unos potes que serán mano de santo para coger sueño.
Mañana la cosa se pone seria: nos espera el Aubisque.
😯 😯 😯 sin palabras XD XD XD gracias por compartir y una duda manel.........quedan 4 entregas aun? saludos
Gracias por el halago jht10, y efectivamente, por vuestros pecados cometidos, aún os quedan cuatro entregas más 
Saludos!
Espero impaciente la siguiente entrega, qué ganitas de haberlas vivido. Felicidades a los expedicionarios.
Transpi´11, dia 3-DIA 3- AUJOURD'HUI, TOUT EN FRANÇAIS (subtítulos en español no disponibles)
Hoy nos ponemos serios con el recorrido: empezamos a verle las fauces a la cara más agreste del Pirineo, en una etapa casi íntegramente francesa.
Salimos de Isaba dirección norte, para atacar el primer puerto del dia, el de Belagua, que de nuevo marca la frontera entre los dos países. Pero antes de empezar la subida, nos hemos oxigenado en la reserva natural de Larra, un paisaje de hayas y pino negro digno de un cuento de hadas, y todo a pie de carretera…
Ya en territorio francés, hemos vuelto a padecer la mala calidad del asfalto galo: la carretera que nos lleva al Valle de Aspe es poco más que un camino asfaltado a paladas, de un coche y medio de ancho, y que te integra en el entorno de una manera ideal; es el modo más aproximado de hacer off road sin salirte del asfalto.
Durante todo el recorrido, tan sólo nos cruzamos con un vehículo, que resultó ser un transporte especial de maquinaria pesada que nos obligó a cruzarnos al ralentí y endureando por la vegetación del margen.
Bajando al Valle de Aspe propiamente dicho, paramos a comer en el albergue de Sarrance, el único lugar en varios kilómetros a la redonda donde te sirven un plato. Es nuestra primera prueba de fuego en territorio comanche: siete tipos que no sabemos francés debemos endender qué diablos pone en el menú… Gracias a Dios, hoy sirven “Salade” y “bistec”, buffff prueba superada.
Dejamos atrás el Col de Marie Blanque (1.035 metros, pendientes de escalofrío, asfalto penoso), y empezamos un curioso juego con las nubes: aunque el dia es relativamente azul, las cumbres retienen bolsas de nubarrones negros, en los que vamos entrando y saliendo conforme ganamos altura.
De esta manera, combinando cielo azul, humedad y agua, coronamos el primer “grande”, el Aubisque (1.705 m). Un grupo de caballos percherones pulula despreocupadamente entre los que estamos allí arriba; sólo podemos disfrutar las majestuosas vistas a pequeñas dosis, entre trozos rotos de nubes.
Más adelante, coronamos el vecino Soulour (1.450 m), y volvemos a bajar al valle.
En Argèles-Gazost, una pequeña asamblea del grupo: ¿Nos acercamos a Lourdes? Está relativamente cerca, y encima hay autovía y todo… Disparidad de criterios, al final decidimos continuar camino hasta Gavarnie, donde tenemos el hotel: al fin y al cabo, la etapa de hoy está resultando bastante exigente para la conducción, y meternos en la Disneylandia del catolicismo no es precisamente un anhelo para la mayoría… Y además, no hay playa.
Seguimos camino adelante. Lo que nos queda hasta el hotel es un camino de ida y vuelta, ya que la carretera finaliza ante la mole vertical del Circo de Gavarnie, un espectáculo natural que es patrimonio de la Humanidad, y también el lugar en el que está la catarata más grande de Europa (420 metros de caída libre). Estábamos avisados de que el lugar, por sus características, era un foco de turismo bastante potente, y podíamos tener problemas de masificación de tráfico; afortunadamente, llegamos sobre las 8 de la tarde, una hora en la que el populacho abandonaba el lugar en masa, dejándonos todo el entorno casi para nosotros solos… ¡¡Nos encanta nadar a contracorriente, já y rejá!!
El hotel es sencillo, de cinco sobre diez, y bastante caro… típicamente francés. Los dueños tienen la cortesía de sacar su coche al jardín para que las motos puedan dormir bajo techo. Buen detalle. En Francia, hay mucho respeto hacia el colectivo motero.
Tenemos el circo de Gavarnie ante nosotros. La idea es que mañana por la mañana nos demos un pequeño madrugón, y caminemos hasta la base de la cascada… ¿Madrugar? ¿Caminar? Ummm… ¿conseguirán nuestros intrépidos héroes realizar semejante proeza? La respuesta, en la crónica de mañana… Nosotros finalizamos el dia de hoy cenando en una pizzería, el único lugar en el que entendemos mínimamente lo que hay escrito en la carta. Por cierto, arramblamos con toda la existencia de cervezas que tenían… una hazaña con poco mérito, ya que sólo les quedaban cuatro botellines. Se nota que esto no es Lloret.
Hasta mañana!
